miércoles, 30 de septiembre de 2020

REFLEXIONES SOBRE LA CONDICIÓN DEL CRISTIANO

 

Gálatas 3:19 es claro cuando habla del propósito de la ley: “ENTONCES, ¿PARA QUÉ SIRVE LA LEY? FUE AÑADIDA A CAUSA DE LAS TRANSGRESIONES, HASTA QUE VINIESE LA SIMIENTE A QUIEN FUE HECHA LA PROMESA; Y FUE ORDENADA POR MEDIO DE ÁNGELES EN MANO DE UN MEDIADOR”.

1)   Jesucristo, como único sin pecado original.  Mateo 5:17 dice "No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento”. Tomemos el texto en contexto: Jesús, como judío, está hablando para judíos, regidos por la ley de Moisés (hasta la fecha). La ley fue establecida exclusivamente como ya lo hemos estudiado para los judíos. En este texto, Jesús, en vivo, en carne, y pueden leer los versículos que siguen, dice: “que la ley no va a cambiar para ustedes (judíos)”. El no podía decirles, vengo a quitar la ley para suavizarles la vida, porque justamente, la ley Dios la había establecido para que reconocieran que eran pecadores y necesitaban un redentor. En cambio, dijo que venía a cumplirla. Y repito, Jesús está hablando como judío para judíos. Él estaba diciendo: véanme, yo soy el Cordero Perfecto, el Hijo de Dios, yo soy el esperado. Sin embargo, muy pocos entendieron.

2)   Estamos de acuerdo en que Jesús vino y pudo cumplir la ley, sin embargo, es de sorprender que Dios, en Éxodo 20:8-11 hable acerca del sábado y establezca ese día como día de descanso, y Jesús (no Pablo o Pedro), diga en Mateo 12:12 “¡Cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, está permitido hacer el bien en sábado” ¿Será que Jesús a pesar de que dijo que solo hacía la voluntad de Su Padre, de manera deliberada, casi como reto, estaba diciendo lo contrario? No, el solo estaba profetizando acerca de lo que se aproximaba. Creo que, a través de todo su ministerio, Jesús da muestras de lo que habría de venir, y esto, solo por su sacrificio en la cruz.

3)   Solo para reflexión, han leído alguna vez el Antiguo Testamento en la parte de los mandatos de Dios, temas sobre que hacer si se siente duda de la esposa, o sobre los inmundos, lo que se ha de comer, la obligación del diezmo o sobre la responsabilidad del pueblo de diezmar a los levitas y estos a su vez a los sacerdotes. ¿Podrían cumplir al pie de la letra? 

4)   Con relación a los diez mandamientos (Éxodo 20:2-17) que son considerados los “básicos” en la vida del creyente, has pensado ¿cuántos estamos cumpliendo? ¿En cuantas ocasiones endiosas personas o cosas por encima de Dios? ¿En cuántas ocasiones mencionamos Su Nombre en vano? ¿Y del día de reposo? Y podemos seguir. Creo que estamos muy lejos de poder cumplir la ley. Como dice Pablo, “Gracias a Dios por su Hijo Jesucristo”

5)    Ahora, acerca de la vigencia de la ley en tiempo de Gracia. Para esto, debemos establecer con claridad si creemos que Dios habló a Pablo, Pedro, Santiago, Juan y el escritor de Hebreos. Si no creemos lo que ellos nos predican, obviamente no nos quedará mas alternativa que vivir bajo la ley de los judíos. Repito, si no creo que Jesucristo nos habla a través de Pablo, obviamente voy a querer cumplir la ley porque sería lo que me queda para agradar a Dios, aunque ya sabemos que es imposible de cumplir.

Veamos algunos versículos, que nos muestran la caducidad de la ley. 

1)      Jesús dice en Mateo 5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido; y Pablo dice en Romanos 10:4 “porque EL FIN DE LA LEY ES CRISTO, PARA JUSTICIA A TODO AQUEL QUE CREE”.

2)      En los siguientes versículos, por cierto, dirigidos a los Hebreos (judíos), el escritor hace más patente la caducidad de la ley.  Hebreos 7:11-18 dice: “Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio. Y esto es aún más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible. Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. QUEDA, PUES, ABROGADO EL MANDAMIENTO ANTERIOR A CAUSA DE SU DEBILIDAD E INEFICACIA”.

3)      Solo Cristo. “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, ANULANDO EL ACTA DE LOS DECRETOS QUE HABÍA CONTRA NOSOTROS, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz. Colosenses 2:13-14.

4)      “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, ABOLIENDO EN SU CARNE LAS ENEMISTADES, LA LEY DE LOS MANDAMIENTOS EXPRESADOS EN ORDENANZAS, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz”, Efesios 2:14-15. Esta es la ocasión tanto para judíos como para gentiles de tener paz con Dios.

5)   CRISTO NOS REDIMIÓ DE LA MALDICIÓN DE LA LEY, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero. Gálatas 3:13. Jesús nos libro de la incapacidad o impotencia de cumplir la ley por medio de la obra de la cruz.

6)    El riesgo de pretender cumplir la ley, lo ilustra muy bien Romanos 2:14-16, Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, AUNQUE NO TENGAN LEY, SON LEY PARA SÍ MISMOS, MOSTRANDO LA OBRA DE LA LEY ESCRITA EN SUS CORAZONES, DANDO TESTIMONIO SU CONCIENCIA, Y ACUSÁNDOLES O DEFENDIÉNDOLES SUS RAZONAMIENTOS, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio. Es decir que al que pretenda vivir por la ley, de igual manera será juzgado por Dios bajo la ley.

Termino diciendo, no yo, el Señor por medio de Pablo. “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo”. Gálatas 2:21. Esto confirma una y otra vez que la ley, aún después de Cristo no nos va a justificar y que por el contrario como lo mencioné en Romanos 2:14-16 estaremos al filo de la muerte, cada vez que intentemos cumplir la ley.

Es bastante triste pensar que nosotros, los de la Gracia, sigamos pensando que tenemos o que podemos cumplir la ley, después de la obra de Cristo en la cruz.

Es como tener un carro viejo que se queda varado en cualquier parte, y recibir de regalo uno carro nuevo, full extras, y pretender seguir usando el carrito viejo.

Concluyo y esa es la doctrina que predicamos en nuestra iglesia:

1)      Vivimos bajo la Gracia y no bajo la ley. Romanos 6:14

2)      La Gracia es suficiente… 2 Corintios 12:9

3)      La ley de los judíos no aplica para los gentiles, por cuanto Cristo nos redimió de la maldición de la le que nos llevaba a conocimiento de pecado. Gálatas 3:13

4)      La ley no es nuestra aya (nodriza). Ahora vivimos por la fe. Gálatas 3:25-27

5)      La ley es inútil para cualquier propósito poderoso de Dios para nosotros. En cambio, la Gracia nos posiciona en lugar de honra. 2 Pedro 1:3

viernes, 24 de julio de 2020

MUJERES CON PROPÓSITO

MUJERES CON PROPÓSITO

Cuando encontramos el propósito de Dios para nuestras vidas, toda nuestra existencia cobra sentido. Entendiendo la importancia de esto, el grupo de mujeres de Familias para Cristo nos hacemos llamar: “Mujeres de propósito”.

Vivir no se trata de nacer, reproducirse y morir, sin embargo, muchísimas mujeres alrededor del mundo se han conformado con eso.  El grupo de mujeres de Familias para Cristo nos estamos dando a la tarea de renovar nuestra mentalidad bajo cinco principios constantes:

1-    Tengo un propósito.  Efesios 2:10 …pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

2-    Dios es bueno siempre.  1 Juan 3:1 ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.

3-    Nada es imposible. Mateo 19:26 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.

4-    Soy responsable de mis decisiones. Romanos 14:12   Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios.

5-    La grandeza viene a través del servicio. Mateo 20:26-28   Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Cuando el propósito de Dios es claro y nos decidimos a caminar hacia él, también debemos poner la mano en nuestro corazón y despertar los sueños que a través de los años han estado guardados ahí. Los sueños, metas o deseos, o como queramos llamarlos, son las herramientas  que Dios usará en la construcción del propósito personal eterno.

El enemigo más grande y poderoso contra el cual debemos lidiar es el sistema de creencias, que, a través de los años y a partir de la enseñanza de nuestros padres y maestros y las experiencias vividas, se ha formado.  Doy dos ejemplos de esto, muy comunes:

1-    Mentalidad de lotería.  Es creer que debemos recibir y adaptarnos a todo lo que nos pase...  Sin embargo, la Palabra de Dios nos reta a vivir poderosamente, usando la autoridad que nos fue delegada por Jesús. Queremos ser protagonistas en “hacer cosas aún mayores a las que Él hizo”.  Juan 14:12

2-    Mentalidad de saltamontes. Es creer que los obstáculos son tan grandes que la palabra de Dios no se va a cumplir. Como los israelitas cuando iban a conquistar la tierra prometida y solo dos de los espías que había enviado Moisés pudieron creer que, a pesar de los gigantes que habitaban allí, Dios les entregaría esas tierras.  Los diez restantes, se vieron como saltamontes al compararse con ellos.  El antídoto está en la palabra de Dios que nos dice que nuestra vida está escondida con Cristo en Dios, que a la par de los gigantes estorbos podemos confiar en el Señor.

Nuestra meta general es creer en lo que Dios dice acerca de nosotros, en lo eterno, y no en lo que viene a nuestros cinco sentidos, lo temporal.

 

Mayra Mora