viernes, 24 de julio de 2020

MUJERES CON PROPÓSITO

MUJERES CON PROPÓSITO

Cuando encontramos el propósito de Dios para nuestras vidas, toda nuestra existencia cobra sentido. Entendiendo la importancia de esto, el grupo de mujeres de Familias para Cristo nos hacemos llamar: “Mujeres de propósito”.

Vivir no se trata de nacer, reproducirse y morir, sin embargo, muchísimas mujeres alrededor del mundo se han conformado con eso.  El grupo de mujeres de Familias para Cristo nos estamos dando a la tarea de renovar nuestra mentalidad bajo cinco principios constantes:

1-    Tengo un propósito.  Efesios 2:10 …pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

2-    Dios es bueno siempre.  1 Juan 3:1 ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.

3-    Nada es imposible. Mateo 19:26 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.

4-    Soy responsable de mis decisiones. Romanos 14:12   Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios.

5-    La grandeza viene a través del servicio. Mateo 20:26-28   Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Cuando el propósito de Dios es claro y nos decidimos a caminar hacia él, también debemos poner la mano en nuestro corazón y despertar los sueños que a través de los años han estado guardados ahí. Los sueños, metas o deseos, o como queramos llamarlos, son las herramientas  que Dios usará en la construcción del propósito personal eterno.

El enemigo más grande y poderoso contra el cual debemos lidiar es el sistema de creencias, que, a través de los años y a partir de la enseñanza de nuestros padres y maestros y las experiencias vividas, se ha formado.  Doy dos ejemplos de esto, muy comunes:

1-    Mentalidad de lotería.  Es creer que debemos recibir y adaptarnos a todo lo que nos pase...  Sin embargo, la Palabra de Dios nos reta a vivir poderosamente, usando la autoridad que nos fue delegada por Jesús. Queremos ser protagonistas en “hacer cosas aún mayores a las que Él hizo”.  Juan 14:12

2-    Mentalidad de saltamontes. Es creer que los obstáculos son tan grandes que la palabra de Dios no se va a cumplir. Como los israelitas cuando iban a conquistar la tierra prometida y solo dos de los espías que había enviado Moisés pudieron creer que, a pesar de los gigantes que habitaban allí, Dios les entregaría esas tierras.  Los diez restantes, se vieron como saltamontes al compararse con ellos.  El antídoto está en la palabra de Dios que nos dice que nuestra vida está escondida con Cristo en Dios, que a la par de los gigantes estorbos podemos confiar en el Señor.

Nuestra meta general es creer en lo que Dios dice acerca de nosotros, en lo eterno, y no en lo que viene a nuestros cinco sentidos, lo temporal.

 

Mayra Mora

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