sábado, 18 de abril de 2020

EL ARQUITECTO PERFECTO


Si el SEÑOR no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el SEÑOR no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada. Salmos 127:1 NTV

¿De qué material están hechas las fundaciones de tu casa?¿Con qué construiste las paredes y techos?

¿Sabés cuál es el mayor problema de las personas? La mayoría, están acostumbradas a hacer todo por su cuenta.

Santiago decía: Presten atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». De lo contrario, están haciendo alarde de sus propios planes, y semejante jactancia es maligna. 4:13-16 NTV

Es tiempo de dejar tanta prepotencia y reconocer que necesitás depender del Padre Celestial, que necesitás poner en oración todos tus planes, porque de lo contrario, en vez de producir oro, plata y piedras preciosas, solo obtendrás madera, heno y hojarasca (1 Corintios 3:12b)

Decía mi papá, “sin Dios, no somos nada”. Eso es una verdad absoluta.

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